Las flores contadas, de Sandra Franzen (2011)
Como parte del Encuentro de la dramaturgia femenina, Escritura de la Diferencia, que se celebra del 8 al 14 de marzo de 2011 en Santiago de Cuba, Espacio Teatral Aldaba lo invita al estreno de Las flores contadas, escrita por Sandra Franzen (Argentina), y dirigida por Irene Borges.
Sinopsis
Espacio Teatral Aldaba trae a escena esta pieza que trata sobre la vida de tres mujeres, una joven y sus dos tías, las que sueñan con el supuesto hombre ideal. Año tras año esperan la llegada de una banda de músicos con la ilusión de que alguno de ellos la tendrá como esposa.
Las Flores Contadas, desde una perspectiva femenina e identitaria, nos muestra un mundo de seres que luchan contra la frustración con las armas de la imaginación y el sentimiento.
• Estreno en Santiago de Cuba (marzo 2011)
Elenco
Amelia : Malena Sandy Hernández.
Alicia : Yainery Quintana Plasencia.
Angelita : María Carla Romero.
Estreno
10 de marzo, en el Guiñol de Santiago de Cuba, a las 8:00 p.m.
11 de marzo, en el Guiñol de Santiago, a las 8:30 p.m.
• Presentación La Habana (junio-julio 2011)
Espacio Teatral Aldaba estrena en la Ciudad de la Habana la obra Las flores contadas de la autora argentina Sandra Franzen, premiada en la Bienal Escritura de la diferencia que tuvo lugar en Santiago de Cuba en el mes de marzo.
Con motivo de este premio el comité organizador eligió al Espacio Teatral Aldaba, bajo la dirección de Irene Borges, para la representación de la pieza.
Elenco
Amelia : Malena Sandy Hernández.
Alicia : Yainery Quintana Placencia.
Angelita : Alina Molina.
Presentación
Dl 15 de junio y hasta el 7 de julio a las 6:00 pm.
Sala-teatro El Sótano, los martes, miércoles y jueves. Calle K entre 25 y 27, Vedado.
Prensa
Estrenada "Las flores contadas", de Sandra Franzen
por Pascual Díaz Fernández, 11 de marzo de 2011 (CubaEscena)
Como otra de las agradables sorpresas de la V Bienal Internacional de Dramaturgia Femenina La escritura de la diferencia, que se desarrolla desde el 8 de marzo en Santiago de Cuba, se realizó en la sala-teatro Mambí, la noche del 10 de marzo, el estreno mundial de Las flores contadas, de la escritora argentina Sandra Franzen.
La Compañía Espacio Teatral Aldaba (Cuba) fue la encargada de la puesta en escena. Bajo la dirección de Irene Borges Lara y las actuaciones de Malena Sandy Hernández (Amelia), Yainery Quintana Plascencia (Alicia) y Carla Romero (Angelita), resultó muy ovacionada por los asistentes a la sala totalmente repleta.
La pieza trata sobre la vida de tres mujeres, una joven y sus dos tías, las que sueñan con el supuesto hombre ideal. Año tras año esperan la llegada de una banda de músicos con la ilusión de que alguno de ellos la tendrá como esposa. Pero la realidad es bien distinta.
Lo que refleja la escritura dramática de Sandra Franzen es la angustia, la soledad y la incomunicación de esas mujeres de los pequeños pueblos que acuden a la imaginación para enfrentar la terrible situación de sus vidas.
El diálogo es ágil y preciso, sin dejar de ser sugerente y lírico. La autora logra ubicar con certeza las obsesiones y las frustraciones de las mujeres obligadas a vivir en el encierro de los prejuicios y las desigualdades sociales. De igual modo, logra un tono poético a partir de las similitudes entre la atmósfera asfixiante del espacio y la naturaleza.
El talento de las jóvenes actrices pone en evidencia los méritos del texto. Encarnan con verosimilitud y creatividad a estas mujeres que se debaten en la agonía entre el sufrir y soñar, cada una de manera diferente. Alicia (Yainery Quintana) es la metáfora de quien desea pero no es capaz de cambiar. Por su parte, Amelia (Sandy Hernández) trata, por todos los medios, de aferrarse a la ilusión, desdeñando la presencia inevitable de la realidad. Por último, Angelita (Carla Romero) es el espíritu de la rebeldía, de quien se niega, con todas sus fuerzas, a continuar viviendo de esa manera.
Mujeres que nos traen a la memoria, entre muchas otras, a las de Federico García Lorca : Doña Rosita, Bernarda Alba, Adela. O a las mujeres latinoamericanas en general.
Irene Borges como directora supo lograr puntos de identificación y entretejió con audacia y profesionalidad una trama en la que logra emoción y reflexión. La progresión no decae a lo largo del discurso dramático, caracterizado por las transiciones rápidas y los contrastes fuertes que van y vienen del realismo a la farsa y de la farsa a la tragedia y, de ésta, a la comedia.
La música se integra a la trama y desarrolla un importante papel, lo que es, también, otro de los aspectos relevantes del trabajo de dirección.
Tanto Sandra Franzen como Irene Borges, desde una perspectiva femenina e identitaria, han mostrado un mundo de seres que luchan contra la frustración con las armas de la imaginación y el sentimiento.
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